A pesar de llevar más de 25 años funcionando en España, muchas personas no saben al 100% qué depositar en el contenedor amarillo. Este contenedor es uno de los elementos clave para separar correctamente nuestros residuos diarios. Su función principal es la de recolectar los residuos de envases ligeros para que sean reciclados, evitando así que terminen en vertederos y promoviendo la economía circular.
Podemos depositar:
- Latas de conservas y bebidas, bandejas y tulipas de aluminio, aerosoles, tapas metálicas y envases de hojalata.
- Envases de plástico: envases de productos alimenticios como yogur, mantequilla o queso; recipientes de productos de limpieza o higiene personal como detergente líquido o champú; envases de refrescos, aceite, botellas y garrafas de agua, entre otros.
- Briks de leche, zumo, salsas y batidos.
- Cajas de madera de la fruta.
¿Qué no se debe depositar?
Es importante recordar que, no todos los residuos de plástico o metal son adecuados para este contenedor. No debes depositar objetos como juguetes, utensilios de cocina o tápers.
Además, recuerda que no es necesario lavar los envases, puedes desecharlos sin limpiarlos previamente, ya que en el proceso de reciclado pasan por la fase de lavado.
Reciclar correctamente es una responsabilidad de todos y todas, y saber cómo gestionar tus residuos es un paso esencial para contribuir a un planeta más limpio y sostenible.
Desde Recicla con los Cinco Sentidos, te invitamos a seguir aprendiendo más sobre cómo puedes marcar la diferencia con pequeños gestos diarios.