¿SABÍAS QUE EL VIDRIO PUEDE SER RECICLADO INFINITAS VECES? 

El vidrio es uno de los materiales más antiguos cuyo uso ha estado destinado casi en exclusiva para el almacenamiento y mantenimiento de los alimentos. Podemos remontarnos fácilmente 3.000 años antes de Cristo para encontrar el comienzo de este uso. 

El vidrio es un material que mantiene el 100% de las propiedades iniciales independientemente de la cantidad de veces que se someta al proceso de reciclado. Es por ello que la cadena de reciclaje de este material es como un círculo perfecto que se convierte en un ejemplo de sostenibilidad y de economía circular. 

Este viaje circular comienza tras la recogida selectiva en el que se busca facilitar al máximo la acción de depositar el vidrio en los iglús verdes situados en la vía pública, tanto de la población como del sector de la hostelería. 

Una vez recogido, el vidrio es llevado a la planta de tratamiento en la que se convierte en un Recurso de Valor. En un primer momento pasa por una serie de cintas en las que se van descartando las diferentes impurezas (tapas y tapones-siempre mejor depositarlos antes en el contenedor amarillo para facilitar esta tarea-, cerámica, porcelana, plásticos…). 

A este proceso de cribado se añade un proceso de limpieza (en el que no se consume ni una sola gota de agua) y también de trituración para así obtener piezas más pequeñas y fáciles de transportar. Como parte final de la estancia del vidrio en la planta de tratamiento se pasa a una serie de lectores ópticos que ayudan a separar los restos opacos o de otros materiales y a separar el vidrio por colores dando como resultado el calcín. 

Este calcin se transporta a la vidriera donde los trozos de vidrio se funden a 1500 ºC para así convertirse en un nuevo envase sin perder su calidad ni propiedades originales. 

Cerrando este viaje perfectamente circular, los nuevos envases son comprados por los envasadores que los vuelven a llenar con el producto correspondiente y los distribuyen en las diferentes redes comerciales para que vuelva de nuevo a los consumidores finales. 

Y vuelta a empezar. Hasta el infinito y más allá. Recuerda, el vidrio, siempre, al iglú verde. 

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