En esta estación de primavera, muchas personas disfrutan de distintas frutas ricas en nutrientes y muy saludables. Fresas, nísperos, albaricoques, etc., son algunas de las frutas más solicitadas en esta época. Como sabemos, consumir frutas de temporada implica mayor aporte nutricional y mayor sabor, además de reducir el impacto medioambiental por el consumo de productos de proximidad.
Algunas de estas frutas las encontramos en los supermercados y comercios en cajas de madera, un envase sostenible que no mucha gente conoce dónde depositarlo después de su uso. Aquí te enseñamos dónde.
El contenedor adecuado para depositar los envases de madera utilizados para la distribución de frutas u hortalizas es el contenedor amarillo. Su reciclaje empieza compactando las cajas para luego triturarlas o astillarlas. Al final queda un material en masa limpio y menos pesado, que luego es utilizado para distintos fines, por ejemplo, para elaborar tableros para muebles o para construcción.
Además, el contenedor amarillo también sirve para reciclar los envases metálicos, como las latas de conserva (atún, mejillones, maíz, etc.). Al contrario de lo que mucha gente piensa, este tipo de envases puede depositarse en los contenedores amarillos, aunque estén sucios de grasa y aceite. En el proceso, tras separarse los materiales por tipo de metal (acero, aluminio, …), estos se trituran y se lavan, retirando las posibles impurezas, como los restos de comida o las etiquetas. Este material se envía a las plantas de función donde se obtendrán lingotes de aluminio, hierro, estaño, … que se destinarán a procesos productivos.