[:es]Así es. Aunque sea papel y creamos que con ello estamos colaborando con la cadena de reciclaje, pero no. Existe una serie de productos que acaban en el contenedor equivocado, los denominados “impropios”. Es el caso de las servilletas de cocina o papel, que de una u otra manera acaban manchadas con restos de comida y aceite. Deben ir al contenedor de desechos orgánicos.
¿Pero por qué? Estos alimentos grasosos y aceitosos no molestan en productos reciclables como el plástico, el metal o el vidrio, ya que se reciclan con un proceso caliente. Pero los productos de papel se reciclan con un método que no involucra al calor. Se mezclan con agua para convertirlos en una pasta. Y claro, el aceite y el agua no se mezclan.
Otro de los principales errores que cometemos también es con el brik de leche o de zumo. Pensamos que es cartón y por tanto lo depositamos en el contenedor azul. Pero esto no es así. El brik siempre va al contenedor amarillo, ya que está compuesto por cartón, plástico y aluminio.
Además, los pañales y las toallitas también suelen ser residuos impropios muy habituales en el contenedor azul, cuando su lugar es el contenedor de resto (donde tiramos los residuos que no podemos reciclar) ya que, aunque contengan celulosa de papel, también tienen exceso de fibras derivadas del petróleo y contaminan el reciclaje.
No te eches las manos a la cabeza, todos cometemos errores pero recuerda “cometer un error y no corregirlo es otro error”.[:]