[:es]Inmersos en pleno verano intentamos paliar las altas temperaturas como podemos y para ello solemos recurrir “a una cervecita bien fresquita” o en su lugar un refresco en todas sus versiones. Y si es en botella de vidrio mejor que mejor. ¿Sabías que con solo tres botellas de vidrio recicladas ahorramos la energía suficiente para poder cargar la batería de un Smartphone durante todo un año?
Y con un paso tan sencillo como tirar el vidrio al contenedor verde, ese gordito con forma de iglú, que nos lo encontramos una y otra vez por nuestras calles, estará encantado de “comerse” cualquier tipo de botella de vidrio, como la de la cerveza que nos acabamos de tomar, o el refresco, zumo, vino, licor…así como todo tipo de tarro y frasco de vidrio, como el de las conservas, mermeladas o perfumes. Todos los envases de vidrio son reciclables al 100%, de hecho un envase de estas características da vida a otro exactamente igual, sin perder la calidad.
Pero cuidado que a nuestro amigo comevidrios no le gustan las tapas ni los tapones de los envases (que van al contenedor amarillo). Del mismo modo que no debemos depositar en él elementos de cristal como vasos, copas, tazas, platos, jarrones, bombillas, ventanas, espejos, lunas de coche, mesas de cristal…así como los artículos de cualquier otro material que no sea vidrio (cerámica, porcelana, arcilla, ladrillo o piedra). Además, los envases de vidrio de los medicamentos tienen su circuito específico de reciclaje (en los puntos Sigres de las farmacias).
¿No es difícil verdad? Aunque estemos en verano, como ya dijimos en otro post, el contenedor verde no cierra por vacaciones. Acuérdate de él y activa la cadena de reciclaje. Porque juntos hacemos más.[:]