Fuente: Ecoembes

[:es]Dos décadas de reciclaje[:va]Dues dècades de reciclatge[:]

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El pasado día 25 de abril, Ecoembes presentaba el balance sobre recogida y reciclaje de residuos en 2016. Una vez más las cifras sitúan a la ciudadanía española en general y a la valenciana en particular en una posición de crecimiento sostenible.

Si tenemos en cuenta los objetivos de la Unión Europea, incluso podríamos decir, que se trata de una posición de privilegio. Aunque nadie debería lanzar las campanas al vuelo en procesos de sensibilización social que exigen profundos cambios de actitud en la ciudadanía. Es el caso del reciclaje cuyos inicios se remontan a hace dos décadas con la Ley estatal de envases que, entre otras, dio origen al nacimiento de Ecoembes.

En 2014, la Unión Europea estableció como objetivos para 2025 la eliminación del vertido de todos los residuos reciclables y para 2030 la desaparición de los depósitos en los vertederos. Si este es un objetivo alcanzable, más concreta todavía es la tasa de reciclaje del 60 % que se marca en el caso de los residuos de envases para 2020, el 70 % para el 2025, y el 80 % para el 2030. En el caso de los plásticos, metales, papel y cartón reciclables quedará prohibido su depósito en vertederos en 2025.

Con estos objetivos en el horizonte, los últimos datos de Ecoembes sitúan a la ciudadanía española en unas tasas de recogida y reciclado superiores a las establecidas por la Unión Europea para la franja temporal 2025-2030 dentro del Paquete de Economía Circular de la Comisión Europea.

Se refuerza, de este modo, un modelo clave en las sociedades actuales como es el de la colaboración público-privada en la que la ciudadanía ejerce un papel preponderante en el proceso de economía circular cuando la reducción y la reutilización juegan un papel previo y en paralelo al del reciclaje. Este triple eje sobre el que se asienta el proceso de recogida y reciclaje de residuos, sin embargo, requiere de una continuidad sostenible en la que se debe evolucionar de manera conjunta, sin que ninguna de las patas desequilibre la mesa que sostiene. La ciudadanía ha mostrado su positiva sensibilización a lo largo de estos años ante un modelo de mejora constante; Ecoembes y el resto de SIG deben continuar proporcionando las herramientas básicas como son la sensibilización y la recogida segmentada a través de los contenedores, y las administraciones deben continuar profundizando en materia legislativa y de sensibilización ciudadana ante uno de los retos más importantes que tiene ante sí la humanidad: el cambio climático.

Cuando en alguna ocasión hemos oído el tan socorrido «dos décadas no son nada», pocas son las veces que nos detenemos a pensar lo realizado en esos veinte años. En este caso mucho. Dos décadas, por tanto, han sido mucho.

[:va]El passat dia 25 d’abril, Ecoembes presentava el balanç sobre recollida i reciclatge de residus en 2016. Una vegada més les xifres situen a la ciutadania espanyola en general i de la valenciana en particular en una posició de creixement sostenible.

Si tenim en compte els objectius de la Unió Europea, fins i tot podríem dir, que es tracta d’una posició de privilegi. Encara que ningú hauria de llançar les campanes al vol en processos de sensibilització social que exigeixen profunds canvis d’actitud en la ciutadania. És el cas del reciclatge els inicis es remunten a fa dues dècades amb la Llei estatal d’envasos que, entre altres, va donar origen al naixement d’Ecoembes.

En 2014, la Unió Europea va establir com a objectius per al 2025 l’eliminació de l’abocament de tots els residus reciclables i per 2030 la desaparició dels dipòsits en els abocadors. Si aquest és un objectiu assolible, més concreta encara és la taxa de reciclatge del 60% que es marca en el cas dels residus d’envasos per al 2020, el 70% per al 2025, i el 80% per al 2030. En el cas dels plàstics, metalls, paper i cartró reciclables quedarà prohibit el seu dipòsit en abocadors en 2025.

Amb aquests objectius a l’horitzó, les últimes dades d’Ecoembes situen a la ciutadania espanyola en unes taxes de recollida i reciclatge superiors a les establertes per la Unió Europea per a la franja temporal 2025-2030 dins del Paquet d’Economia Circular de la Comissió Europea.

Es reforça, d’aquesta manera, un model clau en les societats actuals com és el de la col·laboració publicoprivada en la qual la ciutadania exerceix un paper preponderant en el procés d’economia circular quan la reducció i la reutilització juguen un paper previ i en paral·lel al del reciclatge. Aquest triple eix sobre el qual s’assenta el procés de recollida i reciclatge de residus, però, requereix d’una continuïtat sostenible en què ha d’evolucionar de manera conjunta, sense que cap de les potes desequilibri la taula que sosté. La ciutadania ha mostrat la seva positiva sensibilització al llarg d’aquests anys davant d’un model de millora constant; Ecoembes i la resta de SIG han de continuar proporcionant les eines bàsiques com són la sensibilització i la recollida segmentada a través dels contenidors, i les administracions han de continuar aprofundint en matèria legislativa i de sensibilització ciutadana davant d’un dels reptes més importants que té davant seu la humanitat: el canvi climàtic.

Quan en alguna ocasió hem escoltat el tan conegut «dues dècades no són res», poques són les vegades que ens aturem a pensar que s’ha fet en aquests vint anys. En aquest cas molt. Dues dècades, per tant, han estat molt.[:]

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