[:es]Un gran error que solemos cometer a la hora de reciclar es no diferenciar entre vidrio y cristal. Es frecuente que a la hora de deshacernos de elementos de cristal los depositemos en el iglú verde cuando no debería ser así. En nuestro amigo “Comevidrio” solo tiene cabida, tal y como indica su nombre, el vidrio.
Y si alguna vez te has preguntado el por qué, te lo explicamos. La diferencia está en que el cristal contiene óxido de plomo, por lo que no puede ser fundido en los mismos hornos que el vidrio (ya que funde a temperatura diferente).
Y ¿cuáles son los errores más comunes que se suelen encontrar en los iglús verdes? Pues vasos o vajillas, porcelana, ceniceros y espejos de cristal. Deben ser llevados a los ecoparques fijos o móviles más cercanos para poder ser reciclados correctamente.
Del mismo modo tenemos que actuar con las bombillas, que nunca deberíamos tirar al contenedor de vidrio ya que contienen elementos químicos y materiales peligrosos (como es el caso del mercurio en las bombillas de bajo consumo), por lo que deben recibir un tratamiento especial para poder ser recicladas. Así, salvo las bombillas de filamentos y las halógenas, el resto sí que se pueden reciclar en sus determinados puntos de recogida, como los ecoparques, ecomóviles o ferreterías y tiendas de electrodomésticos.
Por lo tanto, al iglú verde lo que es de vidrio, como las botellas y los tarros…¡¡pero cuidado!! Las tapas y tapones hay que quitarlos previamente y echarlos en el contenedor amarillo, no nos cuesta nada.
Ya estamos listos, ¡¡a reciclar correctamente!![:]