Regalos, decoraciones, comidas, fiestas… La Navidad es una época de elevado consumo, y ¿qué mejor momento para ser responsables que ahora? ¡Hay un montón de trucos que puedes usar!
Recuerda que el residuo que menos contamina, es el que no llega a producirse, por ello… ¡Evita comprar todo lo que no necesites! Además, seguro que el bolsillo también lo agradece en enero.
Si lo tuyo es el ambiente navideño, puedes crear tus propias decoraciones con materiales que tengas en casa. Créenos, le dará un toque único a tu salón. También puedes reutilizar papeles y telas que ya tengas para envolver los regalos y evitar comprar paquetes… ¡Es el momento de darle rienda suelta a tu creatividad!
Y aquellas cosas que necesites comprar… ¡Planifícalas! Es fácil que en las tiendas nos invada el espíritu navideño y llenemos los carros. Puedes, antes de ir, organizar el menú de las fiestas, para saber qué es lo que vas a utilizar. Y priorizalos productos de temporada y locales, ¡reducirás también tu huella de carbono!
También con los regalos existen muchas alternativas: uno de tus libros favoritos, con tus propias notas subrayadas, puede convertirse en la ilusión perfecta de alguien. ¡Lo mismo con tus juguetes y ropa vieja! En Navidad se activan muchas campañas de recogida y tu participación puede alegrar las fiestas a muchas personas… ¡Y también al planeta!
Por último, aquellos residuos que no puedas evitar producir, sepáralos para su posterior reciclaje. ¡Dale color a las fiestas con el uso de los distintos contenedores! El amarillo para envases de plástico, briks y latas; el azul para papel y cartón, el verde para el vidrio; el marrón para los residuos orgánicos y por último el gris, para aquellos restos que no tienen cabida en ninguno de los otros contenedores y por tanto no son reciclables.
¡Entre todos y todas, conseguiremos hacer las fiestas sostenibles!
