[:es]La mayoría tenemos en el baño o la cocina una cajita que nos hace la función de botiquín. En ella guardamos todo tipo de medicamentos, las aspirinas para el dolor de cabeza, el jarabe de nuestros peques, aquella pomada que nos recetaron una vez por una especie de alergia,…ya va siendo hora de poner un poco de orden.
Seguro que muchos de ellos solo los has utilizado una vez y más de uno ya tiene su fecha de caducidad bien cumplida… ¿qué hacer con ellos? Bien sencillo, llévalos a tu farmacia más cercana, allí encontrarás el llamado Punto Sigre (el de la cruz verde), donde tienen cabida los envases vacíos de los medicamentos, los medicamentos caducados, los que tengan mal estado de conservación y los no necesarios.
El destino de todos ellos son las plantas de tratamiento donde se clasifican según el tipo de residuo: Los envases de cartón, papel, vidrio, plástico, etc., se reciclan; los medicamentos no peligrosos, se valorizan para generar energía y los medicamentos considerados peligrosos se entregan a un gestor especializado para su destrucción.
Hagamos caso de la cruz verde envuelta por una flecha. Porque reciclando nuestros medicamentos evitamos riesgos medioambientales y sanitarios y conservamos nuestra naturaleza.[:]